viernes, 27 de abril de 2012

EL SUBTITULADO DE VIDEOJUEGOS


               Tal y como expusieron nuestras compañeras en la clase anterior, el subtitulado de videojuegos es un mundo bastante particular.  Según contaban, existen ciertas reglas bastante fijadas en cuanto al subtitulado y la ortotipografía: líneas de un número concreto de caracteres, dos líneas por subtítulo, tiempos establecidos, etc. Hasta ese punto, todo coincide con las normas de subtitulado de películas o vídeos en general. Sin embargo, informándome sobre este tema, he podido comprobar que la mayoría de subtituladores y localizadores de videojuegos se quejan de la falta de normas y homogeneidad en su trabajo. Con esto se refieren a que todo depende del desarrollador del videojuego, y que el subtitulador sólo puede ajustarse a lo establecido por su cliente. Es decir, no es posible flexibilizar el videojuego para que el resultado de la traducción sea más natural y adecuado para el usuario de la lengua de destino. Por ello, se deduce que se trata de un sector en el que manda quien manda, y el subtitulador queda en la sombra como siempre, viéndose además con dificultades a la hora de desarrollar su tarea. 

                En el subtitulado de cine las cosas son relativamente más abiertas en cuanto a que el subtitulador es libre de fijar los timings de cada subtítulo según considere adecuado, respetando, por supuesto, normas básicas como los cambios de plano. Es decir, si el subtitulador considera que la frase debe ser más larga para que el espectador la entienda mejor, es libre de partir el contenido en dos subtítulos o simplificar dos en uno, en el caso contrario.  Algo que se considera también muy importante es el respeto de los cambios de plano de la imagen: si el subtítulo se mantiene cuando hay un cambio de plano, por imperceptible que sea, el ojo humano tiende a leer el subtítulo por segunda vez, por lo que pierde el hilo y se le obliga a hacer un esfuerzo innecesario.  Todo esto teniendo en cuenta que lo más importante a la hora de subtitular es conseguir que la persona que lee se olvide de que está leyendo. Es decir, el objetivo es que la persona que no conoce la lengua hablada en la película sea capaz de seguirla sin complicaciones ni esfuerzos extra. Por ello, creo que en la subtitulación de videojuegos este hecho se debe tener aún más en cuenta si cabe, porque el usuario no es un mero espectador, sino que se mueve dentro del juego y participa en él como si se tratara de un personaje más.  Por eso mismo, me parece básico que se normalice en este ámbito el subtítulo de dos líneas centrado en la parte inferior, para que el jugador no lo vea como un estorbo en la pantalla, sino como una ayuda, que es para lo que se ha creado.

                Por otro lado, me parece que esta inflexibilidad es injusta teniendo en cuenta las diferencias entre lenguas. El español siempre requerirá más caracteres para expresar lo mismo que el inglés o el japonés. Nuestra lengua está más llena de recovecos y florituras, por lo que un subtitulador español no puede permitirse trabajar con un timing y un límite de caracteres tan estricto si se quiere que el producto final cumpla bien su función.

                No entiendo realmente por qué los desarrolladores dejan tan pocas posibilidades a los subtituladores, precisamente cuando el objetivo comercial de cualquier producto es hacerse un hueco en todos los mercados posibles. Si no tenemos en cuenta desde el principio las diferencias culturales entre países tan diferentes, nunca seremos capaces de conseguir reproducciones fieles de nuestras creaciones. 


jueves, 26 de abril de 2012

LA TRADUCCIÓN: ¿PRIMER O ÚLTIMO PASO?


   

    Si no me equivoco, muchos de nosotros nos hemos preguntado alguna vez: “¿En qué momento decidí seguir este orden?”.  

      En mi opinión, para desarrollar la tarea de traductor, sea del tipo que sea, es fundamental cursar estudios especializados en ello. Sigo creyendo que, efectivamente, conocer varias lenguas no es suficiente para desempeñar este trabajo.

    Sin embargo, según van pasando los años y consulto las ofertas de trabajo destinadas a traductores, cada día me arrepiento más de no haber seguido otro orden en mi carrera. Con esto me refiero a que me parece básico que una persona conozca, aunque sea a grandes rasgos, el ámbito del encargo que está traduciendo. Mucho mejor sería, por lo tanto, ser experto en ese tema. Me da la impresión de que queremos abarcar tanto, que al final no sabemos de nada. 

     Por ello, no puedo evitar llegar a la conclusión de que lo más inteligente para todos sería cursar estudios en cualquier materia para tener una buena base sobre un área de especialidad y, posteriormente, hacer un puente o la carrera completa de Traducción e Interpretación. De esta forma se podría formar a grandes traductores, con amplios conocimientos tanto en la especialidad de cada proyecto encargado como en el ámbito traductológico del mismo. El trabajo estaría mejor repartido, sería más rápido, eficaz y preciso. Los clientes quedarían más satisfechos si cabe. Y por otro lado, no menos importante, cada traductor podría encaminarse, en teoría, a trabajar sobre un material que realmente conoce, combinando sus dos pasiones: su especialidad y la traducción.

miércoles, 18 de abril de 2012

EL SUBTITULADO

          El subtitulado es una técnica de traducción innovadora, muy útil y en proceso de expansión. Como ocurre en general con toda la traducción del medio audiovisual, en este tipo de técnica se necesitan ciertos conocimientos informáticos para el manejo de los programas que ayudan a desarrollar la tarea.

         En mi caso, conozco bien el funcionamiento del programa Spot 4.4, una herramienta de subtitulado muy completa, que ayuda al subtitulador durante todo el proceso. Es un programa prácticamente perfecto para esta labor, ya que permite cambiar formatos de vídeo, ajustar y localizar subtítulos, revisar, corregir y editar el archivo final, etc. En la interfaz aparece el vídeo, que tendrá un formato u otro dependiendo de los fotogramas por segundo que el subtitulador decida asignarle, y tres pequeñas pantallas parecidas a la de Microsoft Word, en las que aparecen los subtítulos con los que se está trabajando en el momento.

          Este programa permite visualizar el video con gran detalle, gracias a los múltiples recobecos que nos ofrecen las teclas con funciones asignadas, y localizar los subtítulos (dar un tiempo de entrada y de salida) con una precisión prácticamente exacta. De esta forma, el espectador que vea la película o documental no notará ningún cambio extraño entre planos que le cause un impacto visual, por lo que podrá continuar leyendo la historia olvidando el hecho de que está leyendo para entender el argumento. Por otro lado, el programa cuenta con una modalidad según la cual se puede establecer un tiempo mínimo de lectura, que se suele basar siempre en estudios que indican cuál es el tiempo mínimo que puede durar un subtítulo para que el ojo humano pueda leerlo por completo. Spot cuenta también con herramientas de corrección, detección de errores de formato, de tiempo, de ortografía, etc.

          Uno de los grandes problemas del subtitulado es la falta de tiempo y espacio. La traducción debe ajustarse minuciosamente a los caracteres permitidos por línea y, al mismo tiempo, debe corresponder con lo que se dice en pantalla en cada momento.

          Me parece un mundo muy interesante, que además de dotes traductológicas, requiere una gran capacidad de síntesis y precisión, que ha de combinarse con el manejo de las herramientas de subtitulado, cada vez más perfeccionadas para hacernos la vida más fácil.