jueves, 26 de abril de 2012

LA TRADUCCIÓN: ¿PRIMER O ÚLTIMO PASO?


   

    Si no me equivoco, muchos de nosotros nos hemos preguntado alguna vez: “¿En qué momento decidí seguir este orden?”.  

      En mi opinión, para desarrollar la tarea de traductor, sea del tipo que sea, es fundamental cursar estudios especializados en ello. Sigo creyendo que, efectivamente, conocer varias lenguas no es suficiente para desempeñar este trabajo.

    Sin embargo, según van pasando los años y consulto las ofertas de trabajo destinadas a traductores, cada día me arrepiento más de no haber seguido otro orden en mi carrera. Con esto me refiero a que me parece básico que una persona conozca, aunque sea a grandes rasgos, el ámbito del encargo que está traduciendo. Mucho mejor sería, por lo tanto, ser experto en ese tema. Me da la impresión de que queremos abarcar tanto, que al final no sabemos de nada. 

     Por ello, no puedo evitar llegar a la conclusión de que lo más inteligente para todos sería cursar estudios en cualquier materia para tener una buena base sobre un área de especialidad y, posteriormente, hacer un puente o la carrera completa de Traducción e Interpretación. De esta forma se podría formar a grandes traductores, con amplios conocimientos tanto en la especialidad de cada proyecto encargado como en el ámbito traductológico del mismo. El trabajo estaría mejor repartido, sería más rápido, eficaz y preciso. Los clientes quedarían más satisfechos si cabe. Y por otro lado, no menos importante, cada traductor podría encaminarse, en teoría, a trabajar sobre un material que realmente conoce, combinando sus dos pasiones: su especialidad y la traducción.

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