viernes, 25 de mayo de 2012

VALORACIÓN Y EVOLUCIÓN

       Aprovecho este último post para hacer una valoración general de mi evolución en la asignatura. He de reconocer que no tenía muchas espectativas al principio de curso, ya que, por lo general, la facultad nunca se ha mostrado muy generosa con las áulas de informática y, por consiguiente, con las asignaturas que necesitan desarrollarse mediante programas informáticos.

         Sin embargo, a pesar de ello, he descubierto que los traductores podemos contar con muchas más ayudas de las que pensaba. Partiendo de un simple cronograma de planificación en Excel para organizar el trabajo y el reparto de este, y acabando con una de las herramientas más útiles que he conocido nunca: las memorias de traducción.

           Teniendo en cuenta que no se me da muy bien la informática en términos generales, he notado cómo, poco a poco, he conseguido interiorizar los distintos conceptos de los programas que hemos utilizado y convertirlos en una herramienta de uso fácil y oportuno.

            Por otra parte, he aprendido a manejar un blog, cosa que no había hecho en mi vida, y he descubierto que se pueden contar y leer cosas muy interesantes. Además, es una forma muy dinámica de captar clientes y compartir opiniones con los colegas de profesión.

            Gracias a los conocimientos que he ido adquiriendo, ha despertado en mí una nueva inquietud: el perfeccionamiento de las herramientas de traducción automática y asistida, que tanto necesitan mejorar, y que el día que lo consigan, ahorrarán mucho trabajo al traductor y serán el principal hombro en el que se apoyen.
             

     

iTRANSLATE

   Como era de esperar, la compañía Apple no podía quedarse atrás. Después de lanzar al mercado su gran variedad de aparatos "i" (iPhone, iPad, iPod...), ahora llega un nuevo proyecto que nos concierne: el iTranslate4.eu.

     Se trata de un traductor innovador, gracias al cual no es necesario pasar por el inglés cuando se traduce de una lengua minoritaria a otra que también lo es. Este proyecto está dirigido por el investigador húngaro Laszio Tihanyl y cofinanciado al 50% por la Unión Europea, y puede utilizarse ya con navegadores Android y iPhone, aunque de momento no se ha creado una aplicación para móvil.

     Gracias a este nuevo proyecto, podremos traducir automáticamente frases enteras del checo al galés, por ejemplo, sin necesidad de traducir previamente el texto original al inglés y de ahí sacar la traducción final, como suelen hacer automáticamente la mayoría de traductores automáticos en la red.

     Además, esta nueva herramienta está preparada para traducir a las 46 lenguas de la Unión Europea, entre otras muchas. Al ser público y sin ánimo de lucro, este proyecto se ve respaldado por varias empresas que le ceden sus motores de traducción, como Syntran o Linguatec.

   Uno de los servicios más interesante que incorpora es la traducción instantánea de los directorios web, al estilo de la barra de Google, y la traducción de blogs con solo pulsar un botón.

 

jueves, 24 de mayo de 2012

GOOGLE

      Desde hace unos años, Google ofrece a sus usuarios la traducción automática de las páginas web en las que navegan. Se trata de una herramienta que detecta el idioma habitual del usuario, seleccionando la lengua en la que este hace normalmente sus consultas, es decir, haciendo un estudio de sus preferencias idiomáticas.

      De esta forma, cada vez que el usuario entra en una página que no está escrita en su idioma, Google traduce automáticamente el contenido a la lengua favorita del internauta. Gracias a esto, el usuario no tendrá que volverse loco buscando las palabras que no entiende o decidiendo abandonar la página porque no comprende nada de lo que está leyendo. Esta herramienta es capaz de traducir hasta 50 lenguas diferentes.

     Como es lógico, se trata de una herramienta de traducción automática aún poco precisa, por lo que no hay que considerarla siempre fiable. En cualquier caso, Google se encarga de advertir al usuario de que el resultado no corresponde totalmente a la página en su lengua oficial, tal y como podría conseguirse mediante un traductor profesional.

     Las personas que tengan un directorio web y deseen contar con esta herramienta, solo tienen que cortar y copiar unas líneas de programa facilitadas por Google para activar el servicio.

lunes, 21 de mayo de 2012

LA NECESIDAD ALIMENTA EL INGENIO

     Hace unos años, un estudiante de Formación Profesional de Desarrollo de Aplicaciones Informáticas creó un sistema de traducción automática gratuito a raíz de una necesidad puntual. Su software, Traducíndote, permite traducir tablas, imágenes y otros elementos que no se consideran tipo texto, es decir, formatos diferentes al texto plano que se traduce habitualmente.

     La idea surgió después de que el inventor tuviera que realizar una extensa traducción al gallego. El programa es gratuito y de código abierto, y es capaz de descifrar documentos de OpenOffice, trabajando con tablas, hojas de cálculo, presentaciones y bases de datos, entre otros.

       Está pensado para trabajar desde y hacia distintas lenguas e incluso dialectos: castellano-gallego, castellano-catalán, castellano-portugués y catalán-inglés.

        Es, sin duda, una iniciativa rompedora de la que además se puede disponer libre y gratuitamente con una licencia GPL. A partir de su creación, miles de colegios gallegos públicos y privados han podido disfrutar esta herramienta, que se ha ido extendiendo paulatinamente al ámbito universitario.



EL DOBLE FILO DE LA TRADUCCIÓN AUTOMÁTICA

     Echando un ojo al periódico he visto uno de los artículos más curiosos que he leído últimamente.

    Con el objetivo de abrir fronteras, la página web de comunicación de la Generalit de Cataluña, que originalmente se encuentra escrita en catalán, ha sido traducida recientemente al español y al inglés. Esta institución ha decidido entregarse en cuerpo y alma a Google Translator, creyendo recibir resultados satisfactorios y así ahorrarse un dinero, ya que como en muchos lugares, la traducción se considera a menudo un gasto innecesario. Pero, a veces, el tiro sale por la culata y lo barato sale caro.

    Nuestro querido Google Translator les ha jugado una mala pasada y la Generalitat ha tenido que retirar la traducción de su página web inmediatamente. La traducción automática no deja de ser una herramienta a la espera de muchos procesos de mejora y perfección, y como de costumbre, al final no sale a cuenta ahorrarse ese dinero que debería destinarse a pagar a un buen traductor por realizar su trabajo.

   Y es que estas herramientas necesitan "delimitar sus conceptos" urgentemente. Lo más notable en el resultado de esta traducción ha sido la adaptación de los cargos, nombres y apellidos catalanes al inglés. Según la nueva página de la Generalitat, el presidente Mas se convierte en "the President More" o "More President", el consejero de Agricultura, Josep María Peligrí, pasa a llamarse "Joseph and Mary Pilgrim" y  la vicepresidenta Joana Ortega Alemany, "Juana Ortega German", entre otras joyas.

     Es obvio que sigue habiendo personas e instituciones que no creen en la figura del traductor, tratándolo como un mero intermediario, fácilmente sustituible por las nuevas tecnologías. Sin embargo, este tipo de fracasos demuestran cada día la importancia del profesional humano frente a las máquinas, que aunque muy avanzadas, siguen sin distinguir contextos y realidades.


Artículo EL PAÍS:

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/05/02/catalunya/1335960769_137276.html

     


sábado, 19 de mayo de 2012

DÉJÀ VU, UNA HERRAMIENTA DE LO MÁS COMPLETO

   Como todos sabemos, Déjà Vu es una de las herramientas de traducción asistida más completas del mercado. Dentro de su amplitud, se puede utilizar de diversos modos, haciéndola útil para cada proyecto determinado de traducción. Se puede configurar de tal manera que sirva para realizar trabajos individuales o proyectos comunes, en los que un grupo tiene acceso a toda la información con la que se trabaja o a parte de ella, según su papel dentro del proyecto.

     Es una herramienta cómoda que muestra únicamente las partes con las que se trabaja en cada momento, manteniendo el resto de información guardada y, en ocasiones, codificada, de manera que no moleste durante el trabajo. Cuenta con numerosas funciones como el ensamblado, el escaneado, la propagación, la pretraducción o la autobúsqueda, que hacen la vida más fácil a los traductores a la hora de enfrentarse a un proyecto de gran calibre. 

   Otro de los aspectos que la convierten en una herramienta a elegir es que se puede utilizar desde el principio de un proyecto y no solo en el aspecto traductológico. Esto significa que desde que se recibe el encargo, se importa a Déjà Vu, y una vez terminado, se puede exportar al formato final en que se entregará el trabajo. Entre tanto, este programa permite llevar a cabo la función de gestión para evitar la tarea de distribuir el trabajo a cada traductor. Los gestores pueden asignar derechos de acceso individual a cada miembro del equipo y bloquear secciones concretas para evitar confusiones en el reparto del trabajo.

   Por otra parte, cuenta con un control de calidad que detecta los usos incorrectos o no pertinentes de terminología y codificación, permitiendo a los traductores llevar un mayor control sobre sus traducciones y a los gestores, comprobar que todo se desarrolla según sus indicaciones.

  Aunque de primeras resulta un poco difícil de manejar por sus innumerables funciones, se convierte en una herramienta de lo más útil una vez se conocen bien todos sus recovecos. Por ello, no cabe duda de que es uno de los mejores aliados de los traductores de esta nueva era.

         

lunes, 7 de mayo de 2012

LA ENSEÑANZA DE LAS TÉCNICAS DE SUBTITULADO



          Hoy en día, la traducción audiovisual y el subtitulado forman un campo profesional muy amplio, interesante y solicitado. Me parece un error que esta especialidad no forme parte de la carrera de Traducción e Interpretación, ni siquiera como asignatura optativa, cuando en el futuro será uno de los campos de traducción que más trabajo dé a los estudiantes. 

         Por supuesto, todas las nociones adquiridas a lo largo de los estudios de traducción sirven para desarrollar la tarea de subtitulador en cuanto al aspecto traductológico, pero este campo requiere muchos otros aspectos que un traductor normal no llega a conocer si no se interesa personalmente por esta especialidad. 

         Con esto quiero diferenciar la situación de un traductor especializado en una materia (ciencia, economía, legislación, literatura, etc.) y la de un subtitulador. Los primeros realizan un tipo de traducción en el que la especialidad recae en el contenido de la traducción, con diferencias obvias entre unos y otros. Sin embargo,  los subtituladores, independientemente de que se especialicen en alguna de estas materias, demuestran su especialidad en el formato de la traducción. Es decir, es la técnica traductológica lo que les diferencia del resto de traductores especializados. Cuentan con un límite enorme en el tiempo y en el espacio, por lo que tienen que aprender a sintetizar hasta un punto en el que deben sacrificar recursos estilísticos, que deben aprender a compensar en otras ocasiones. Por otro lado, tienen que ser muy precisos y directos. 

          Por todas estas razones, considero que este ámbito tan distinto en la base al resto de especialidades debería ser de enseñanza obligatoria en los tiempos que corren, en lugar de limitarse a escasos alumnos que tienen la suerte de encontrar una plaza en prácticas en alguna empresa del sector o a quien decide hacerse un curso sobre la materia.

miércoles, 2 de mayo de 2012

EL TRADUCTOR AUTOMÁTICO Y LAS REFERENCIAS CULTURALES

          Otro de los grandes dilemas de la traducción automática es la dudosa capacidad de las herramientas de traducción automática o asistida para detectar referencias culturales.




        Del mismo modo que no basta con conocer una lengua para saber traducirla, no es suficiente conocer sólo una de las dos culturas. Un buen traductor, además de ser bilingüe, deberá ser bicultural. Ese es uno de los pasos más difíciles en la carrera de un traductor, ya que implica hacer vida temporalmente en los países donde se hablan sus lenguas de especialización, estudiar su literatura, comprender sus tradiciones, empapándose hasta el punto de pertenecer prácticamente a dicha sociedad. 

               Por ello, un diccionario o una memoria de traducción no bastan para traducir bien. No se trata de traducir palabras, sino combinaciones idiomáticas que pueden variar enormemente de un contexto a otro, por lo que es difícil conseguir clasificarlas y determinar su contexto. Eso son las referencias culturales, unidades de sentido que no tienen equivalencia en otras lenguas. Si a menudo ya suponen una enorme barrera para los traductores preparados, ¿cómo se enfrentará una memoria a este tipo de dificultad?

                  


CORRECTOR HUMANO VS. CORRECTOR AUTOMÁTICO

          Aunque a muchos nos pese, Word sigue siendo el procesador de textos más distribuido y, por lo tanto, más utilizado. Eso tampoco significa que sea el mejor, ni que sepamos manejarlo bien. Word, si se sabe usar, sirve para mucho y puede ayudarnos a ahorrar tiempo y costes. 

          
          Una de las funciones más útiles que he descubierto trabajando en este ámbito es el corrector. Como es obvio, nada sustituye a un corrector de carne y hueso, ya que ni el corrector ortográfico y gramatical de Word, ni la autocorrección saben realmente lo que tienen delante: no dejan de ser herramientas programadas con un fin similar al nuestro, de las que podemos sacar ventajas pero, al fin y al cabo, no hay que olvidar que un ordenador no es capaz de entender ni distinguir contextos.  

          Puede que no se tarde mucho en alcanzar un ordenador con un corrector que relacione campos semánticos y usos, al estilo del diccionario Redes, o que consiga incluso relacionar un texto y una imagen. Sin embargo, la inversión en esa tecnología es tan elevada que, raramente se aplicará para mejorar la supervisión y control de calidad de los textos, y habrá que seguir recurriendo, por tanto, a los correctores humanos.

viernes, 27 de abril de 2012

EL SUBTITULADO DE VIDEOJUEGOS


               Tal y como expusieron nuestras compañeras en la clase anterior, el subtitulado de videojuegos es un mundo bastante particular.  Según contaban, existen ciertas reglas bastante fijadas en cuanto al subtitulado y la ortotipografía: líneas de un número concreto de caracteres, dos líneas por subtítulo, tiempos establecidos, etc. Hasta ese punto, todo coincide con las normas de subtitulado de películas o vídeos en general. Sin embargo, informándome sobre este tema, he podido comprobar que la mayoría de subtituladores y localizadores de videojuegos se quejan de la falta de normas y homogeneidad en su trabajo. Con esto se refieren a que todo depende del desarrollador del videojuego, y que el subtitulador sólo puede ajustarse a lo establecido por su cliente. Es decir, no es posible flexibilizar el videojuego para que el resultado de la traducción sea más natural y adecuado para el usuario de la lengua de destino. Por ello, se deduce que se trata de un sector en el que manda quien manda, y el subtitulador queda en la sombra como siempre, viéndose además con dificultades a la hora de desarrollar su tarea. 

                En el subtitulado de cine las cosas son relativamente más abiertas en cuanto a que el subtitulador es libre de fijar los timings de cada subtítulo según considere adecuado, respetando, por supuesto, normas básicas como los cambios de plano. Es decir, si el subtitulador considera que la frase debe ser más larga para que el espectador la entienda mejor, es libre de partir el contenido en dos subtítulos o simplificar dos en uno, en el caso contrario.  Algo que se considera también muy importante es el respeto de los cambios de plano de la imagen: si el subtítulo se mantiene cuando hay un cambio de plano, por imperceptible que sea, el ojo humano tiende a leer el subtítulo por segunda vez, por lo que pierde el hilo y se le obliga a hacer un esfuerzo innecesario.  Todo esto teniendo en cuenta que lo más importante a la hora de subtitular es conseguir que la persona que lee se olvide de que está leyendo. Es decir, el objetivo es que la persona que no conoce la lengua hablada en la película sea capaz de seguirla sin complicaciones ni esfuerzos extra. Por ello, creo que en la subtitulación de videojuegos este hecho se debe tener aún más en cuenta si cabe, porque el usuario no es un mero espectador, sino que se mueve dentro del juego y participa en él como si se tratara de un personaje más.  Por eso mismo, me parece básico que se normalice en este ámbito el subtítulo de dos líneas centrado en la parte inferior, para que el jugador no lo vea como un estorbo en la pantalla, sino como una ayuda, que es para lo que se ha creado.

                Por otro lado, me parece que esta inflexibilidad es injusta teniendo en cuenta las diferencias entre lenguas. El español siempre requerirá más caracteres para expresar lo mismo que el inglés o el japonés. Nuestra lengua está más llena de recovecos y florituras, por lo que un subtitulador español no puede permitirse trabajar con un timing y un límite de caracteres tan estricto si se quiere que el producto final cumpla bien su función.

                No entiendo realmente por qué los desarrolladores dejan tan pocas posibilidades a los subtituladores, precisamente cuando el objetivo comercial de cualquier producto es hacerse un hueco en todos los mercados posibles. Si no tenemos en cuenta desde el principio las diferencias culturales entre países tan diferentes, nunca seremos capaces de conseguir reproducciones fieles de nuestras creaciones. 


jueves, 26 de abril de 2012

LA TRADUCCIÓN: ¿PRIMER O ÚLTIMO PASO?


   

    Si no me equivoco, muchos de nosotros nos hemos preguntado alguna vez: “¿En qué momento decidí seguir este orden?”.  

      En mi opinión, para desarrollar la tarea de traductor, sea del tipo que sea, es fundamental cursar estudios especializados en ello. Sigo creyendo que, efectivamente, conocer varias lenguas no es suficiente para desempeñar este trabajo.

    Sin embargo, según van pasando los años y consulto las ofertas de trabajo destinadas a traductores, cada día me arrepiento más de no haber seguido otro orden en mi carrera. Con esto me refiero a que me parece básico que una persona conozca, aunque sea a grandes rasgos, el ámbito del encargo que está traduciendo. Mucho mejor sería, por lo tanto, ser experto en ese tema. Me da la impresión de que queremos abarcar tanto, que al final no sabemos de nada. 

     Por ello, no puedo evitar llegar a la conclusión de que lo más inteligente para todos sería cursar estudios en cualquier materia para tener una buena base sobre un área de especialidad y, posteriormente, hacer un puente o la carrera completa de Traducción e Interpretación. De esta forma se podría formar a grandes traductores, con amplios conocimientos tanto en la especialidad de cada proyecto encargado como en el ámbito traductológico del mismo. El trabajo estaría mejor repartido, sería más rápido, eficaz y preciso. Los clientes quedarían más satisfechos si cabe. Y por otro lado, no menos importante, cada traductor podría encaminarse, en teoría, a trabajar sobre un material que realmente conoce, combinando sus dos pasiones: su especialidad y la traducción.

miércoles, 18 de abril de 2012

EL SUBTITULADO

          El subtitulado es una técnica de traducción innovadora, muy útil y en proceso de expansión. Como ocurre en general con toda la traducción del medio audiovisual, en este tipo de técnica se necesitan ciertos conocimientos informáticos para el manejo de los programas que ayudan a desarrollar la tarea.

         En mi caso, conozco bien el funcionamiento del programa Spot 4.4, una herramienta de subtitulado muy completa, que ayuda al subtitulador durante todo el proceso. Es un programa prácticamente perfecto para esta labor, ya que permite cambiar formatos de vídeo, ajustar y localizar subtítulos, revisar, corregir y editar el archivo final, etc. En la interfaz aparece el vídeo, que tendrá un formato u otro dependiendo de los fotogramas por segundo que el subtitulador decida asignarle, y tres pequeñas pantallas parecidas a la de Microsoft Word, en las que aparecen los subtítulos con los que se está trabajando en el momento.

          Este programa permite visualizar el video con gran detalle, gracias a los múltiples recobecos que nos ofrecen las teclas con funciones asignadas, y localizar los subtítulos (dar un tiempo de entrada y de salida) con una precisión prácticamente exacta. De esta forma, el espectador que vea la película o documental no notará ningún cambio extraño entre planos que le cause un impacto visual, por lo que podrá continuar leyendo la historia olvidando el hecho de que está leyendo para entender el argumento. Por otro lado, el programa cuenta con una modalidad según la cual se puede establecer un tiempo mínimo de lectura, que se suele basar siempre en estudios que indican cuál es el tiempo mínimo que puede durar un subtítulo para que el ojo humano pueda leerlo por completo. Spot cuenta también con herramientas de corrección, detección de errores de formato, de tiempo, de ortografía, etc.

          Uno de los grandes problemas del subtitulado es la falta de tiempo y espacio. La traducción debe ajustarse minuciosamente a los caracteres permitidos por línea y, al mismo tiempo, debe corresponder con lo que se dice en pantalla en cada momento.

          Me parece un mundo muy interesante, que además de dotes traductológicas, requiere una gran capacidad de síntesis y precisión, que ha de combinarse con el manejo de las herramientas de subtitulado, cada vez más perfeccionadas para hacernos la vida más fácil.

lunes, 27 de febrero de 2012

SOBRE EL CROWDSOURCING

         

          Creo que este nuevo método de traducción tenía que llegar en algún momento. Todo está cada vez más globalizado, es más internacional y las necesidades de comunicación son más evidentes. A esto hay que sumar el hecho de que cada vez más gente habla otros idiomas distintos a su lengua materna con fluidez y se siente capaz de traducir, sin ser conscientes de que pueden suponer un desprestigio para la comunidad de profesionales.

          Sin embargo, y aunque no lo considero una auténtica amenaza para el traductor profesional, creo que es básico exigir un control de calidad del producto final y, sin duda, éste debería ser llevado a cabo por un profesional de la traducción y de la materia traducida.