miércoles, 2 de mayo de 2012

EL TRADUCTOR AUTOMÁTICO Y LAS REFERENCIAS CULTURALES

          Otro de los grandes dilemas de la traducción automática es la dudosa capacidad de las herramientas de traducción automática o asistida para detectar referencias culturales.




        Del mismo modo que no basta con conocer una lengua para saber traducirla, no es suficiente conocer sólo una de las dos culturas. Un buen traductor, además de ser bilingüe, deberá ser bicultural. Ese es uno de los pasos más difíciles en la carrera de un traductor, ya que implica hacer vida temporalmente en los países donde se hablan sus lenguas de especialización, estudiar su literatura, comprender sus tradiciones, empapándose hasta el punto de pertenecer prácticamente a dicha sociedad. 

               Por ello, un diccionario o una memoria de traducción no bastan para traducir bien. No se trata de traducir palabras, sino combinaciones idiomáticas que pueden variar enormemente de un contexto a otro, por lo que es difícil conseguir clasificarlas y determinar su contexto. Eso son las referencias culturales, unidades de sentido que no tienen equivalencia en otras lenguas. Si a menudo ya suponen una enorme barrera para los traductores preparados, ¿cómo se enfrentará una memoria a este tipo de dificultad?

                  


1 comentario:

  1. No podría estar más de acuerdo. La manera de enfrentarse a las referencias culturales es algo que siempre diferenciará al traductor de carne y hueso del traductor automático.

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