lunes, 7 de mayo de 2012

LA ENSEÑANZA DE LAS TÉCNICAS DE SUBTITULADO



          Hoy en día, la traducción audiovisual y el subtitulado forman un campo profesional muy amplio, interesante y solicitado. Me parece un error que esta especialidad no forme parte de la carrera de Traducción e Interpretación, ni siquiera como asignatura optativa, cuando en el futuro será uno de los campos de traducción que más trabajo dé a los estudiantes. 

         Por supuesto, todas las nociones adquiridas a lo largo de los estudios de traducción sirven para desarrollar la tarea de subtitulador en cuanto al aspecto traductológico, pero este campo requiere muchos otros aspectos que un traductor normal no llega a conocer si no se interesa personalmente por esta especialidad. 

         Con esto quiero diferenciar la situación de un traductor especializado en una materia (ciencia, economía, legislación, literatura, etc.) y la de un subtitulador. Los primeros realizan un tipo de traducción en el que la especialidad recae en el contenido de la traducción, con diferencias obvias entre unos y otros. Sin embargo,  los subtituladores, independientemente de que se especialicen en alguna de estas materias, demuestran su especialidad en el formato de la traducción. Es decir, es la técnica traductológica lo que les diferencia del resto de traductores especializados. Cuentan con un límite enorme en el tiempo y en el espacio, por lo que tienen que aprender a sintetizar hasta un punto en el que deben sacrificar recursos estilísticos, que deben aprender a compensar en otras ocasiones. Por otro lado, tienen que ser muy precisos y directos. 

          Por todas estas razones, considero que este ámbito tan distinto en la base al resto de especialidades debería ser de enseñanza obligatoria en los tiempos que corren, en lugar de limitarse a escasos alumnos que tienen la suerte de encontrar una plaza en prácticas en alguna empresa del sector o a quien decide hacerse un curso sobre la materia.

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